Cuando dos graciosas coletas, con coloridas gomas, recogían mi cabello y en mis ojos se podía atisbar la infancia la gente me preguntaba que iba a estudiar, esperando como respuesta el típico quiero ser veterinaria o medico o modelo. Pero no, conmigo la cosa no iba así, todos aquellos adultos quedaban perplejos al escuchar mis respuestas. De mi pequeña boca salían respuestas como torera, cómica, tatuadora, policía, bombero, militar y un sinfín de distintas profesiones que nada encajaban con una niña de, apenas, 6 años.
hace poco me senté a pensar, en serio, que iba a estudiar. Y tras varios quebraderos de cabeza atisbe una idea que jamas se me había pasado por la mente: PERIODISTA. Iba a estudiar periodismo.
Entonces aun sentada y sopesando mi decisión todas aquellas respuestas, en lo que a profesiones se refiere fueron encajando en el puzzle de mi vida.
Quería y quiero que mis palabras se cosan a los corazones de la gente como el torero cose su capote a la arena del ruedo en una dorada tarde, quiero hacer reír a la gente con reflexiones y ocurrencia que solo de mi cabeza hayan podido salir, quiero que mis escritos queden tatuados a la piel de los lectores como los perfectos trazos de un tatuaje, quiero poder defender mis palabras como la policía defiende a la población, necesito sofocar fuegos que otros hayan comenzado y deseo defender mi patria, como cualquier militar, que es mis millones de folios escritos, mis cientos de bolígrafos gastados y los callos que algún día poblaran mis manos.
Me encanta esta entradaa ya lo sabes sobre todo el ultimo parrafoo, ains mi niña que se me esta volviendo una escritora jajajja!
ResponderEliminar